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viernes, noviembre 04, 2005

 

Cambio de horario

Uno de los motivos por el que elegí Finlandia es por el cambio radical: pocas horas de luz y una media de -30 grados en invierno. El otro día se atrasó una hora el reloj para ganar luz, pero ahora a las 5 de la tarde ya es de noche. La comida, que en España sería sobre las 14.30, aquí es a las 12.30, así que a las 5 o las 6 de la tarde vuelves a tener hambre. A esa hora, sólo tienes ganas de cenar y irte a la cama, incluso sientes un cansancio que no sabes de donde viene.

Lo peor llega en diciembre, cuando a las 3 de la tarde es completamente de noche. El día con menos horas de luz es el uno de enero, con tan sólo 2 horas de luz. Cada día que pasa el sol "sube" menos, a las 12 del mediodía alcanza unos 35 grados. Qué se consigue con esto? El sol siempre está a la altura de los ojos, dándote directamente en la mirada. Cuanto más avanze el invierno, menos subirá el sol, hasta el punto en que se asomará tímido por el horizonte y volverá a esconderse.

El sol, además de guiar civilizaciones y culturas enteras, también tiene efectos decisivos sobre el carácter: como en el capitulo 17 de la 5ª temporada de doctor en alaska, Walter necesita una visera que le proporcione luz artificial para no deprimirse. Ni qué decir tiene que me siento como joel Fleischman en medio de Cicely, "alucinando" por el entorno que le rodea.

Parece ser que el cuerpo humano tiene una sustancia, la serotonina, que regula el caracter a partir de la cantidad de luz recibida (más o menos, no soy médico, cualquier información nueva es bien recibida). A causa de esto, en Finlandia son frecuentes las depresiones e incluso los suicidios.

Ya está claro, el que consiga sintetizar en la coca-cola la serotonina, se hace millonario ;)