Dazed and Confused. Erasmus en Helsinki, Finlandia

Todo tiene su fin, y este es el fin del blog. Lo inicié al empezar el Erasmus en Helsinki y se terminó. Ya no tiene sentido continuar.

Este año ha sigo magnífico. Nunca, en la mejor de las ocasiones, hubiera pensado que haría tantas cosas y tantos viajes en un solo año. La cantidad de gente que he conocido, experiencias, situaciones y sobre todo, muchos grandes momentos, me hacen pensar que más que un viaje académico, ha sido un viaje espiritual. No podría decir que soy la misma persona de hace un año, me engañaría a mí mismo.

Leyendo de nuevo el blog, mil recuerdos me vienen a la cabeza. Septiembre. El inicio del blog y más tarde, el primer post desde Helsinki. Leo algunos comentarios y me parto de risa. Me río de las curiosidades y de la vez que olvidé las llaves en la habitación. Antes de acabar el primer mes, ya estaba haciendo mi primer viaje: Estocolmo.

Octubre fue el més en el que la gente me terminaría por llamar el chico-Nokia. Todo empezó con un breve murmullo de lo que parecía ser imposible, hacer el proyecto de final de carrera en Nokia. Más tarde se confirmaba con mi primera visita al Nokia Research Center. La vida de Erasmus continuó, incluyendo la celebración de la fiesta de la hispanidad y los comentarios sobre los estrafalarios fineses y su particular clima. Llegó el resto del equipo del proyecto, aquello iba en serio! Mi primer brainstorming y sauna de negocios.

Noviembre fue el més en que llegó la nieve. En aquel momento no lo sabía, pero iba a pasar el resto de mis días rodeado de nieve, hasta mayo. No faltaron las comilonas, las paellas y las reflexiones sobre nuestro estilo de vida.

En Diciembre el frío se apoderó del país. Se acercan los exámenes y poca fiesta hay que comentar. Discusiones lingüísticas, errores evitables y la llegada de la navidad, con las primeras despedidas. Es hora de volver a casa y comer sano durante dos semanas.

Enero, de vuelta a Helsinki. Nada más llegar, empezó el viaje a Laponia, increíble, divertidísimo, fuente de miles de anécdotas que hemos recordado una y otra vez. El viaje terminó y con ello, los catalanes se fueron. El resto del més, estudiando CMC, un fabuloso exámen por fax.

Febrero, el més más frío de todos. Disfruté de un fabuloso concierto de Deep Purple y de un viajecito a la capital de Estonia, Tallin. Increíble pero cierto, de nueve fineses del proyecto, 3 personas irán en Marzo a Boston. Yo soy una de ellas, a partir de ese momento paso a ser el "cabrón con suerte".

Marzo. Sin duda el més erasmus. El más espectacular en todos los sentidos. Excéntrica fiesta hippie, un fabuloso viaje a San Petersburgo y a los tres días, a Boston. La primera vez que cruzo el charco y primer contacto con norteamericanos. Estuve en el MIT y más tarde en Providence. Para sorpresa de todos, un viaje a... Nueva York! Después de este mesecito, dejo de viajar y me centro en los estudios y el proyecto. Mientras, espero a la primavera.

Abril. Poco a poco vamos quitandonos capas de ropa, parece que el tiempo mejora. Más tarde, probé la auténtica sauna al estilo finés, es decir, salté al mar congelado. Demasiado bueno para ser verdad, me quedé sin hacer prácticas de verano en Nokia. Este més lo dediqué casi integramente al proyecto. Casi no salía de casa y no actualizo el blog. Vino la familia a verme, menos mal que trajeron comida... Por fín, terminó el proyecto y llegó la gran gala final.

Mayo. El tiempo mejora considerablemente, pero la chaqueta no hay quien se la quite. Celebramos la semana de Vappu. Lordi gana en eurovisión y después de aprobar los últimos exámenes, parece que... he terminado la carrera! Por lo tanto, empiezan las vacaciones: un fin de semana en una cabaña.

Junio. El erasmus se acaba. Despedidas y más despedidas. El ambiente se vuelve triste y la gente regresa a sus calentitos hogares. Los días son más y más largos. Despues de la vuelta a casa, ya solo queda comentar por encima Helsinki.

Bueeeeno. Esto ha sido todo. Una vez más, recomiendo a cualquier persona universitaria, que utilize las becas, que no termine la carrera sin hacer un Erasmus. Aunque sea viajar por España (beca Séneca). Pero también se puede estudiar fuera de Europa (beca Promoe) o incluso hacer prácticas en el extranjero (beca Leonardo). No solo vale la pena por las fiestas y todo eso que comenta la gente. Es una manera de ampliar tus horizontes, de saber lo que es Europa, de sobrevivir por tu cuenta durante un año, de conocer gente e intercambiar conocimiento y cultura, de aprender idiomas. En definitiva de madurar. No dejeis pasar la oportunidad!

Hasta otra! Quien sabe, quizá la próxima vez que escriba, lo haga desde Australia ;)

P.D: Creo que la foto resume y representa el año erasmus como ninguna otra

La vuelta a casa, en Alboraia, me ha hecho pensar, replantearme algunos conceptos. Helsinki es una ciudad en algunas cosas muy distinta, no sólo en la temperatura, sino en muchos otros aspectos:

• Alboraia es un pueblo de 10000 habitantes. Helsinki es una ciudad de 500000 habitantes. Alboraia, a pesar de ser 50 veces menos poblada, es mucho más ruidosa. El silencio y la calma que se respira en Helsinki, es difícil de encontar en Alboraia. Esto tiene mucho que ver con el siguiente punto:
• El uso de transporte público y bicicletas es muchísimo mayor en Helsinki. Los fineses van en bus/tren a todos sitios, sobre todo cuando vuelven de fiesta, casi lo opuesto que los españoles... Llevo una semana por debajo del paralelo 50º y he cogido el coche unas cuantas veces. Las calles estan llenas de coches, yo diría que hay más que personas. Me agobia.
• El paisaje en Alboraia y Valencia se basa en la construcción de nuevos edificios, llenar el horizonte de grúas y de nuevos barrios con "zonas verdes" que dan risa. En Finlandia se mantiene el equilibrio arboles-edificios, sobretodo en las afueras, la capital tiende a llenarse de edificios y tiendas.
• La comida en Alboraia y Valencia (en España en general) es excelente. La variedad y la calidad de verduras es sencillamente espectacular. Se puede comer perfectamente sin acudir a la comida italiana, china o internacional. En cambio en Finlandia, la gastronomía es pésima. Prácticamente no tienen cultura en este aspecto. Han importado el arroz, la pasta, la comida mejicana, etc... y las verduras del supermercado saben a plástico.
• El carácter de las personas en Valencia es (por supuesto), muchísimo más cálido y desinhibido. La gente es también más ruidosa y propensa al escándalo. Los fineses son reservados, honestos, amables y silenciosos.
• Valencia, especialmente, es una ciudad que desprende música y tradición en las calles por todos los poros. Por cualquier tontería la gente sale a la calle con una banda de música y los vecinos se reúnen para cenar juntos. En Helsinki esto es impensable, también tienen sus fiestas y tradiciones, pero no es lo mismo, en parte porque Finlandia es un país reciente, en el sentido de que tiene poca historia y además, la gente es menos "festera".
  

Sin duda Helsinki es una gran ciudad para pasar unos cuantos meses o incluso un año. Lo tienen muy bien montado. En cuanto a servicios sociales y calidad de vida, muchísimo mejor que Alboraia. Pero, para mi gusto, no es un lugar para vivir. El invierno es largo y duro; y no tiene hornos ni pescaderias ni esos pequeños detalles que unen a la gente y la mantienen cálida. Alboraia tendrá su contaminación y su carísimo transporte público, pero está al lado de la playa, aún conserva algo de huerta, la verdura es excelente y la calle está repleta de música. Hahaha! Cómo se nota de dónde vengo!

El lunes 12 de junio, después de visitar el zoo de Helsinki (nada especial) volví a casa para acabar de limpiar mi habitación y terminar la maleta. Esa noche venian todos a cenar, de despedida. Rosario cocinó pizzas, pero las hizo a mano, creando la masa, añadiendo los ingredientes... dos horas de duro trabajo! Yo hice un par de tortillas de patatas ;) La cena estuvo muy bien y eso que todos estaban en mi casa, que es de las pequeñas.

Se nos hicieron las 5 entre unas cosas y otras. A las 5.45 me despedí de todos. En realidad, para mí, la despedida ya había empezado hace unos 10 ó 15 días. Poco a poco empezé a recordar los mejores momentos, las risas y las situaciones increíbles vividas con cada uno. Unas palabras tristes, un abrazo y me subí al taxi.

El avión salía a las 8, pero llegué al aeropuerto a las 6. Estaba un poco asustado: la maleta que iba a facturar pesaba 26 kilos, no demasiado, pero llevaba 3 bolsas de 10 kilos cada una de equipaje de mano. Si! 30 kilos de equipaje de mano!! Facturé la maleta grande sin ningún problema y cuando llegó el momento de subir al avión... aquello parecía de circo. Tenia todas las manos ocupadas con el equipaje, tuve que dejar algo en el suelo para mostrarle el billete y el dni al personal del aeropuerto, pero... ningún problema! Subí al avión como si nada. Repartí mis 30 kilos en varios compartimentos y a dormir!

Al llegar a Barcelona, me esperaban 4 horas de espera hasta el siguiente vuelo a Valencia. Sorpresa! Me encontré a Elena, una de las catalanas que conocí durante el erasmus el primer cuatrimestre. Al rato apareció Xavi y más tarde Maria. Impresionante, habían pedido permiso en el trabajo para venir a verme. Habíamos hablado por messenger que a lo mejor vendrían, pero no creía que vedrian los tres!! Estuvimos hablando todo el rato de la experiencia erasmus, Helsinki, la gente, los viajes hechos... nos faltó tiempo para hablar de todo. Prometimos vernos muy proto, tal vez en alguna quedada.

De nuevo, la misma historia. Ningun problema para subir al avión con 30 kilos de equipaje, fabuloso! Llegué sano y salvo a Valencia a pesar de ser martes 13. Mis padres me estaban esperando en el aeropuerto. Bueno, a partir de aqui, todo fue ver a la familia: mi abuelo, mis tías, mis hermanos, llamadas de móvil, etc...

Se acabó el erasmus! Vuelta a la dura realidad!! Pero qué bien lo he pasado!

Hasta el 22 de junio, en Helsinki, cada día que pasa hay más luz. Hoy tenemos 18 horas y 46 minutos de sol, el máximo que llegaré a ver. En Rovaniemi, ya se ha alcanzado el "sol de medianoche", el punto en el que el sol no se pone en las 24 horas.

Aquí en Helsinki, a pesar de no tener tanto sol como en Rovaniemi, el efecto es casi el mismo. Prácticamente no hay noche. La "noche", no es sino una semioscuridad, el cielo está muy claro, como si estuviera amaneciendo. Nunca se llega a hacer negro. Un efecto curioso es que, mirando por la ventana hacia el horizonte, se ve relativamente oscuro. Si miras en la dirección opuesta, se puede ver que al final, es de día y que hay zonas con mucha luz todavía.

Si tuviera que definir con una sola palabra el efecto de tanta luz durante el día, esa palabra sería "desorientado". Hay situaciones que te dejan perplejo. Por ejemplo, entrar a una discoteca a la 1 de la madrugada, de "noche" i salir a las 3.30, siendo de día totalmente.

Si olvidaste bajar la persiana y amanece con cielo despejado, a las 4 de la madrugada, entra por la ventana un sol radiante como si fueran las 10 de la mañana en España. A veces me despierto a las 5 de la mañana por la luz, pensando que he dormido hasta la hora de comer... y solo han pasado unas pocas horas. Por lo general, entre los erasmus, tanta luz ha producido un efecto curioso: el día se retrasa unas 3 horas. Por ejemplo, te levantas a las 12 del mediodía, desayunas a la 13h, comes casi a las 17h y con un poco de suerte, cenas a las 24h. Y, por lo tanto, fácilmente no tengas sueño hasta las 3, de la mañana...

Lo más curioso de todo es que los fineses no parecen estar preparados para tal cantidad de luz. Es decir, nuestra habitaciones, tienen unas cortinas suaves que apenas tapan la luz. En las cabañas que estuvimos, unas timidas cortinas cerradas totalmente dejaban pasar demasiada luz. Supongo que será la reacción al oscuro invierno, recibir toda la luz posible mientras dure.

Pensando, pensando... no le veo mucho sentido a tal cantidad de horas de luz. Las personas necesitan dormir de noche, más o menos 8 horas. El sol a las 4 de la mañana es totalmente inútil. La ciudad, los trabajadores y estudiantes, se comportan igual cuando hay 6 horas de luz que 18. Sí que es cierto que se aprovecha más el día: puedes ir a Helsinki a las 7 de la tarde, pasear, ver monumentos, cenar y todavía tener luz para sacar unas fotos. Creo que el mayor cambio los sufren los animales y plantas: los pajaros empiezan a cantar y las flores estan totalmente abiertas a las 3.30 de la mañana.

Después de despedir a Santi, Luiso, Pablo, Rut, Constance, Susana, Javi, Jorge y Marina, el siguiente en marcharse soy yo. Esto quiere decir que se acabaron las despedidas para mí!

Cuando deje Finlandia atrás, la echaré mucho de menos; y es que hay pequeños detalles, tonterías que te acaban gustando:

• El agua del grifo es de una calidad suprema. Acostumbrado al agua con cal que tenemos en Valencia, el agua de Finlandia es impresionante, comparable a marcas como Solan de cabras o Font vella.
• El aire, más puro y limpio, gracias en parte a las temperaturas más bajas, es un pequeño regalo diario que estoy seguro echaré de menos en Valencia.
• Tantos fines de semana, viajes en el bus 02N, he acabado por cogerle cariño al "finés borracho", siempre simpático y educado y nunca violento.
• La leche de los supermercados es fresca (fresquísima) y de muy alta calidad. Casi nadie usa la leche pasteurizada.
• El sistema de transporte público, su puntualidad y calidad de servicio. El sistema de "Travelcard", con tarifa plana para todos los transportes, es inmejorable y sale muy rentable.
• Al cabo de un par de días en Finlandia te acostumbras a vivir rodeado de árboles. Ahora forman parte de mi "paisaje subsconsciente" y tardaré en sustituirlos por bloques y más bloques de edificios.
• Por lo general, la gente viste con bastante buen gusto (salvo excepciones ;) casi siempre a la última moda y con peinados curiosos.
• Una de las cosas que más me gusta es la calma que se respira en este país, la tranquilidad con que hacen las cosas. Helsinki, a pesar de ser la capital, se mantiene tranquila y silenciosa.
• La seguridad de las calles es fantástica. Nunca he sentido la sensación de acoso o inseguridad en toda mi estancia. La gente es bastante más honesta que el español medio y mantiene las buenas maneras.
  

Y muchos más que se me olvidan!

El més de junio está resultando terrible. Prácticamente cada día vuelve alguien a casa. Personas con las que has compartido grandes momentos durante un año fenomenal en todos los sentidos. Personas que puede que no vuelvas a ver, que echarás de menos, que te marcaron...

El otro día tuve la última reunión de proyecto. Fuimos por última vez al Nokia Research Center y presentamos finalmente el producto, las maquetas, documentos, etc... Fue una reunión bastante corta e impersonal. Al terminar me despedí de todo el equipo y nos deseamos lo mejor. Estuvieron un poco secos, nada de abrazos, tan sólo un apretón de manos. Todos me comentaron lo mismo: "Si te vas el 13, te perderás el midsummer festival".

Junio avanza pero el buen tiempo no acaba de llegar. Llevamos vamor dias lluviosos/nublados. Las temperaturas en junio no son tan altas como me esperaba. En mayo tuvimos unos días de 28 grados que fueron increibles pero nos dieron una falsa idea del clima primaveral en Finlandia. Las temperaturas cayeron de nuevo y ahora pocas veces superamos los 15 grados. Supongo que en julio la cosa mejorará...

Falta una semana y un día para que se termine el erasmus. Quien lo diría. A parte de las despedidas, hay otros asuntos que tener en cuenta. Cuando se va al supermercado, se compra lo mínimo para los últimos días y la nevera está más vacía de lo normal. Esta mañana he empezado a desmantelar la habitación. He tirado todos los trastos acumulados y he clasificado los apuntes y otro material. Miraré de ver si me cabe todo en la maleta. Si no me cabe, enviaré una caja por correo de hasta 20 kilos, por 50 euros. Es mucho dinero pero sale más barato que pagar el sobre peso en el aeropuerto.

Durante estos días, he preparado un video de unos diez minutos resumiendo el año erasmus. Lo puse en la despedida de Sus, por cierto lo termine unos 30 minutos antes. A la gente le encantó. Ver todos juntos el video y recordar tan grandes momentos no tiene precio. En principio quería hacerlo bastante largo, recorriendo cada més, con sus fiestas y cumpleaños y que la gente al terminar de verlo se echara a llorar. Al final a resultado un video bastante cachondo ;) Que lo disfruten. P.D: no juzguen las fotos!