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martes, enero 31, 2006

 

Comiat del Xavi, l'Elena i la Maria


Acabe d'arribar, a les 8.30 del matí a casa, després d'haver caminat desde la parada del Prisma amb un fred increíble, tornant de l'aeroport, del comiat del Xavi, l'Elena i la Maria. Però ha valgut la pena. I ho escric ara, que acabe de sentir-ho, sense deixar que la son i els somnis deformin el que sé.

Aquesta nit, sobre les 23.00, començava la festa de comiat, ja que els amics catalans se'n tornen a casa. La festa ha sigut una passada. Interessant, atractiva i divertida en cada moment, sens dubte la millor festa de totes les que he viscut durant l'Erasmus. Els brindis, els regals i la companyia eren excel·lents. Tots reunits al pis del Luiso. Beguda, musiqueta i converses interessants. Un petit discurs i brindis emotiu per part de cadascú.

El Xavi, l'Elena i la Maria són persones molt especials. Es diu molt ràpidament i amb poques paraules, però hi ha poques persones que realment siguen tan especials com ells. Des de que els vaig conèixer, descobrint auròres boreals, han aportat moltes coses a la meva vida i a les persones que envolten. Sempre amables, positius i amb ganes de passar-ho bé. He aprés moltes coses d'ells, però no suficients: la Maria gaudix dels moments amb la llibertat i inocència d'una nena petita, però amb la estabilitat d'una ment adulta; el Xavi posa la festa allà on va i el seu humor m'encanta, tan original i inesperat; l'Elena amb dolça mirada manté la serenitat i la responsabilitat, però també sap gaudir dels moments i expressar-se com ella és quan toca.

Tot açò no te massa significat per a vosaltres, que no els conegueu, però sabeu de què parle. Quan una persona et fa sentir de determinada manera, o ho reconeixes o no saps el que hi ha. Quan el Xavi m'ha parlat seriosament, regalant-me coses tan senzilles com una forquilla de fusta i espècies per a cuinar, no ho he pogut evitar. He esclatat a plorar. Llágrimes i més llágrimes. No hi havia crit, ni dolor, tan sols era emoció, gratitud, satisfacció i plenitud de tindre persones com aquelles per amics. Haver de dir adéu, o fins després, és dur, però s'ha de fer.

Ningú tenia que convencer a ningú, tots els acompanyariem amb tren i bus fins l'aeroport, fins que l'evidència ens separara. Festa i bromes fins al final. Realment ningú ho vol acceptar, però son les normes, està escrit en lletra molt menuda al contracte de l'Erasmus: "Hauràs de dir adéu fins i tot a les persones a les que no saps com dir-ho". I ara, a les 9.23 del matí, plorant de nou, he de dir:

"Fins després, Xavi, Elena i Maria; sabeu que açò només és el començament, però quin començament!"


martes, enero 24, 2006

 

Viaje a Laponia, despedida y cierre



Este viaje ha valido la pena en todos los aspectos. Experimentar sensaciones nunca antes conocidas... Nunca había visto tantísima nieve en mi vida, ni había estado rodeado de un paisaje tan, tan blanco y congelado. La gente, la cabaña, el paisaje, todo perfecto. Lástima las doce horas de tren de vuelta, sin dormir y muerto de aburrimiento.

Bueno, ahora toca estudiar. El miercoles tengo un exámen de 'Computabilidad y complejidad'. Una asignatura que curso en España, ya que no he encontrado ninguna que se le parezca en Helsinki. He estudiado de unos apuntes que me dejaron. El exámen lo haré por FAX, es decir, una persona responsable de la universidad de Helsinki recibe el fax con el enunciado del exámen. Lo resuelvo, a la misma hora y con la misma duración que si estuviera en Valencia y se envia de nuevo a España por fax. Espero que sea el primer y último exámen que hago de esta forma, no da ninguna confianza, la verdad.

Actualizacion: Ya he hecho el maldito examen. No me ha ido mal, espero aprobar, si saco más de un 5 protesto!

Galería de fotos del viaje a Laponia!!


domingo, enero 22, 2006

 

Viaje a Laponia, cuarto día



Una noche, no recuerdo cual, nos fuimos en busca de auroras boreales. No hubo suerte, pero teníamos otra actividad programada: ir al lago congelado a pescar. Muy cerca de nuestra cabaña, hay un lago bastante grande que ha quedado completamente congelado.

De los catorce que éramos, ninguno tenia la menor idea de cómo pescar en un lago y menos congelado. Cogimos un hacha y una caña de pescar y recordamos (y olvidamos) todas las peliculas con escenas de pesca. Allí estábamos, a las 11 de la noche, en mitad del círculo polar ártico, a -30 grados bajo cero. Cogimos el hacha y empezamos a golpear el hielo. Al principio no ofrecía mucha resistencia, pero el agua no aparecía. El agujero se fue haciendo más y más grande, del tamaño de una rueda de coche. De repente, el agua empezó a brotar sin parar. Todos estábamos locos, como si de petroleo se tratara!! No se veía prácticamente nada, pescar allí era imposible y el frío no perdonaba. Cogímos los trastos y a la cabaña.

Por la mañana hicimos una excursión al lago. Caminar sobre un lago congelado, aún sabiendo que la capa de hielo es de (al menos) medio metro, da un poco de miedo. María (catalana), que se había torcido un pie, iba caminando con muletas. Las muletas tienen un pincho al final, para no resbalarse en el hielo. Durante el paseo por el lago, escuchamos de repente un sonido opaco, muy fuerte y que no sabíamos de donde procedía. Nos quedamos mirando, todos callados. Al cabo de un rato, el mismo sonido. Nos damos cuenta de que justo debajo de María, se había abierto una grieta fina de unos 3 metros de largo. Justamente donde tenia la muleta apoyada. No nos dió un ataque de pánico ni nada, pero seguimos el camino bastante más prudentes que antes.

Por la tarde y también después de cenar, nos distraíamos jugando a juegos de mesa, viendo películas o sencillamente hablando entre nosotros. No hace falta mucho para divertirse cuando se está a gusto con los amigos. Clement (francés) trajo la guitarra y la verdad es que toca de miedo.

Desde aquí aprovecho para felicitar a mi abuelo, que me lee todos los dias, llueva, nieve o haga poniente.

Ei iaio! Felicitats! No tots els dies es complixen 83 anys! Felicitats també pel teu sant! Si tens temps enviam algo de verdura, que ací no hi ha carxofa!!

sábado, enero 21, 2006

 

Viaje a Laponia, tercer día






Hoy durante el día el termómetro marcaba -30 grados. Habeis leído bien, no es un error tipográfico. Habíamos planeado una escursión a la mina de ametistas y nada nos iba a parar.

El camino hasta la mina es de 5 km ir y otros 5 volver. Puede hacerse en moto de nieve (carísimo), ski cross-country, raquetas o sencillamente a pie. Nos dividimos en dos grupos ski y raquetas. Yo me quedé con las raquetas, nunca lo había probado y por 10 euros me pareció genial.

Caminar con raquetas es divertidísimo, te permite andar sobre nieve virgen, sin hundirte y bastante rápido. Hicimos el animal todo lo que pudimos, saltamos riachuelos, nos adentramos en el bosque hasta que no había forma humana de pasar, subimos colinas imposibles y nos caímos también un buen número de veces.

Tengo que decir que hacía muchísimo frío. Las pestañas congeladas, a veces se entrelazaban y costaba abrir los ojos. La braga, bufanda, gorro y guantes se congelaban también, quedándose con un tacto acartonado. Al respirar directamente el aire, la nariz por dentro se resentía y los pelillos (cómo no) se congelaban. Si no paras de moverte desde que sales de la cabaña, mantiene el calor corporal, pero si te paras o te entra el frío, ya no hay quien se lo quite. Las botas que me compré en decathlon son bonitas pero no sirven: al cabo de 20 minutos sentía el frío en los pies y a partir de los 40 minutos el dolor era muy intenso. Unos guantes de lana y otros de nieve encima y aún tenía frío. Probé un par de calcetines, con dos pares y hasta probé algun que otro invento para evitar el frío, nada que hacer.

Conclusión: hacía un frío de cojones.

viernes, enero 20, 2006

 

Viaje a Laponia, segundo día




Por la mañana, antes de desayunar, me acerco al termometro que hay junto a la puerta, marca la temperatura interior: 23º y la exterior: -24º. No había quien se lo crellera! Desayunamos y nos pusimos tanta ropa como púdimos (sí, también los calzoncillos largos tan sexis) y salimos a la calle.

Cogemos los trineos y en marcha. No hay nada más divertido que un montón de nieve, una colina y tu trineo. Carreras, caídas, saltos, moratones, nieves dentro de las botas, nieve en las orejas... Al principio se tiene un poco de miedo, pero las caídas no son para nada dolorosas y la nieve virgen amortigua perfectamente. Hicimos el cabra hasta que se fué la luz (4.30pm) y a casa.

Como siempre lo primero una sauna. Esta vez entre sesión y sesión no nos duchábamos, salíamos fuera y caminabamos por el exterior, pisando la nieve. El frío que sube por los pies en contacto con la nieve es casi paralizante. Empezamos a picarnos entre nosostros por sentir el frío y la nieve de verdad: dar la vuelta a la cabaña, caminar sobre nieve virgen que cubre hasta la cadera y lo que no se puede superar: rebozarse por completo en la nieve.

Después de cenar, salimos en busca de auroras boreales, esta vez (no como otras), estábamos en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Mala suerte, luna llena y brillante nos impedía verlas. Durante las 4 noches que estuvimos, no pudimos verlas. En fín, otra vez será.


 

Viaje a Laponia, primer día









El sábado 14 nos fuímos de viaje a Laponia (el norte de Finlandia). El viaje en tren, de 12 horas, se hizo eterno. La mayor parte del tiempo, el tren estaba parado en las estaciones. Me aventuraría a decir que el viaje podría haberse hecho en 7 horas sin tanta parada. Todos viajábamos con billetes económicos (sin cama) y dormir en las butacas se hizo imposible para la mayoría. Aunque preparados con todo tipos de juegos de mesa, no sabíamos como matar el tiempo. Conservamos bastante bien la calma, empezando a hablar de las inquietudes de la vida y de temas filosóficos.

Finalmente llegamos a Rovaniemi. No hacía mucho frío. En cuanto vimos el primer cartel de la ciudad, nos avalanchamos hacia él y nos llenamos de nieve hasta las cejas. Nos refugiamos en la estaciones de trenes, planeando el trayecto hasta la cabaña y los autobuses disponibles. Desayunamos y tomamos el primer bus hacia la 'Santa Claus Village', el pueblo donde vive Santa Claus, con una especie de parque temático y lo más importante: la línea que trazaba el Círculo Polar Ártico.

El tema de Santa Claus no puede estar más explotado económicamente hablando. La supuesta Santa Claus Village no es más que un conjunto de tiendas donde comprar tonterías con forma de reno y cosas por el estilo. Además por nosecuantos euros, te hacen un certificado 'oficial' como que has estado en el círculo polar ártico. La atracción principal es la visita a Santa Claus, hablar con él un rato y pagar la foto que te haces con él. Se le veía un tipo muy majo y el casting que había tenido que pasar debe de haber sido brutal. Sabía 6 o 7 frases de casi todos los idiomas conocidos. Nada más verte te preguntaba de donde eras, inmediatamente reconocía el país y ciudad y te hablaba en español, italiano, catalán o alemán sin problemas.

Buscamos la línea que definía el Circulo Polar Ártico, pero había sido tapada con la nieve y el hielo. Aquella gente ni siquiera se preocupaba de mantener la linea visible! Como no había línea, la hizimos a mano. Estuvimos por el parque una hora más, jugando con la nieve y con el hielo hasta que llegó nuestro bus.

Directos a la cabaña, agotados y hambrientos. La cabaña era perfecta, cerca una tienda, de la pista de esquí y de las oficinas donde alquilar materia. Tenia sauna propia (por supuesto), un salón enorme con chimenea y cocina totalmente equipada. Después de luchar casi una hora con la chimenea ya que se llenaba la casa de humo sin motivo alguno, una llamada a la dueña solucionó el problema. Estabamos cansadísimos, al no haber dormido durante el viaje, parecía que todo hubiera empezado esa misma mañana, pero en realidad llevábamos dos días sin dormir. Nos metimos en la sauna de cabeza. Preparamos un poco de pasta para cenar y a la cama. Mañana será otro día!


sábado, enero 14, 2006

 

Mucho hielo, BBC y un tren


Todos pensábamos que al volver a Helsinki en enero, haría frío de verdad, -20 grados o algo así. Bueno, para eso estamos en Finlandia, no? Resulta chocante, el termómetro no baja de -5 grados, se podría decir que hace relativamente calor. La única molestia es que en el suelo se forma una capa de hielo de unos 5 centímetros de grossor que resbala muchísimo. Por esto, echan gravilla para poder caminar normalmente, pero nuevas capas de hielo tapan la gravilla. Las botas que tenemos para la nieve son inútiles, se necesitan unas con pequeñas chichetas; pero bueno, se puede sobrevivir. Eso sí, de camino a la lavandería me caí por completo y tenía medio cuerpo mojado.

Durante el viaje de vuelta a Helsinki en el aeropuerto de Londres, estuvimos preguntando a personal del aeropuerto algunas dudas. Fue la primera vez durante el 'año erasmus' que hablaba inglés con ingleses auténticos (no con franceses, fineses, alemanes...). Llevo 4 meses practicando y escuchando el inglés académico. Hablando con gente que no usa el inglés como idioma materno y eso se nota. En el aeropuero, le hicimos repetir 3 veces a un señor lo mismo porque no había forma de entenderle, y eso que yo empezaba a pensar que tenía un buen nivel de escucha!

Aún no está todo perdido, he comprado junto con mis compañeros de piso una televisión por 20 euros. Casi todos los canales son en finés, menos la MTV en alemán y el canal BBC World en inglés. Ver todos los días durante el desayuno las noticias de la BBC es determinante para mejorar el nivel de inglés (o eso creo yo). Además, tenemos una nueva incorporación al barrio: Tom, un chaval de Manchester, un inglesito en toda regla, de los que toma té y cena pronto ;) Lo llamamos cariñosamente DictionaryMan, ya que nos resuelve todas las dudas léxicas y gramáticas que se nos ocurren.

Esta tarde nos vamos de viaje a Laponia, el norte de finlandia. Estaremos durante 4 noches en una cabaña monísma muy cerca de Rovaniemi la ciudad más poblada del norte. Por cierto, esa zona forma parte del círculo polar ártico, así que no espereis que salga en bañador y manga corta en las fotos. Es un viaje de 900 kilómetros, 12 horas en tren (sólo la ida!).

El día 20 por la mañana estaré de nuevo en Helsinki, hasta entonces!


martes, enero 10, 2006

 

De vuelta a Helsinki


Todo el día viajando. Ya estoy de nuevo en Helsinki. Es la primera vez que viajo con Ryanair. Los precios son más bajos pero también tienen sus limitaciones: sólo una bolsa de equipaje de mano de 10 kg y el equipaje a facturar máximo 15 kg; los asientos son bastante pequeños y no van numerados, la gente se sienta en el orden en que llega; no han dado comida durante un viaje de 3 horas y eso se nota.

El viaje muy bien, no he perdido maletas, ni he tenido problema alguno y parece que la comida ha llegado intacta ;) Lo único que Guillem se ha olvidado la cámara de fotos en el avión Valencia-Londres; para recuperarla tiene que llamar a un número de telefono y se la enviarán a casa.

Me he comprado un libro en inglés con las historias completas de robots de Isaac Asimov, con prólogo del autor y notas. Poco más que contar, mañana será otro día.


domingo, enero 08, 2006

 

Fin del erasmus en Alboraia


Es duro, pero al final todo termina. Vuelvo a mi hogar, Helsinki. Después de pasar un corto Erasmus en Alboraia (Valencia), llega el momento del retorno.

Con la maleta lista y las despedidas hechas, mañana tomaré un vuelo a las 11:25 hacia Londres y llegaré a las 12:40. El siguiente vuelo, sale a las 17:10 y llego a Tampere a las 21:55. Desde Tampere tomo un bus a Helsinki, que llega a las 00:00. De Helsinki a Kannelmäki, tomo otro bus y a la 01:00 estaré en casa.

Es curioso, el aeropuerto es el último lugar donde tus familiares/amigos te ven, donde empieza el viaje. Pero tambien es el lugar donde te ven por primera vez después de todo ese tiempo... Para ellos todo sigue igual, pocas cosas han cambiado; para mí, todo es completamente diferente, soy otra persona, con nuevas experiencias y recuerdos. Los aeropuertos estan muy cerca de convertirse en puertas inter-dimensionales que nos permiten viajar en el tiempo. Cruzas una puerta en un sentido y, cuando la atraviesas en el otro, pueden haber pasado 6 horas, 6 meses o 6 años.

El erasmus en Alboraia ha sido interesante. El intercambio de culturas, la comida valenciana tan extravagante, los turrones, el cava. He tenido la oportunidad de participar en la cabalgata de reyes (gràcies Pep!), tocando el redoblant (foto). Son gente curiosa estos valencianos, con un invierno suave, mucha cultura y folklore "en la calle", repleto de música y bonitas tradiciones.

Bueno! Hasta la próxima.

P.S: Escrito desde el punto de vista de un finés de erasmus en Alboraia, para los menos audaces.